La Juventud Trabajadora Peronista en las luchas por la defensa de las reivindicaciones de la clase obrera
PROPUESTAS PARA EL TRABAJO SINDICAL
Primer
encuentro nacional de la Juventud Trabajadora Peronista
En la ciudad cordobesa de Río Ceballos se realizó —el 25 y 26 de agosto— el primer encuentro de la Juventud Trabajadora Peronista a nivel nacional. Participaron 35 delegados de todas las regionales del país: Noreste, Noroeste, Litoral, Centro, Cuyo, Capital Federal y Gran Buenos Aires, Sur y Oeste de Buenos Aires y Patagonia. Los objetivos de ese encuentro —que los compañeros consideran plenamente logrados— se centraban en lograr, mediante la unidad de criterios y el conocimiento de la realidad del país, el lanzamiento de la JTP como estructura nacional. Como síntesis del mismo pudo apreciarse la coherencia política, organizativa y metodológica presentada por las centenares de agrupaciones que componen actualmente la JTP, así como su gran desarrollo en los escasos cuatro meses de vida que van desde su creación. A continuación publicamos el desarrollo de los puntos principales discutidos y elaborados en esa reunión de trabajo.
A) ANÁLISIS DE LA
COYUNTURA POLÍTICA
1. — Puede observarse
en los últimos meses una ofensiva imperialista en América Latina. Luego del
inicio de un proceso de ruptura en la OEA (Organización de Estados Americanos),
los Estados Unidos se lanzan a modificar esa situación que se advierte con gravedad
en Latinoamérica. Frutos de esa contraofensiva son el golpe con participación
brasileña que encabeza Bordaberry en el Uruguay, la consolidación del Brasil
como agente directo del imperialismo yanki —especialmente sobre Paraguay y
Bolivia— y los intensos ataques, que preparan el golpe de derecha, que sufre el
gobierno popular de Salvador Allende en Chile. Se logra con esto aislar
geopolíticamente a nuestro país, complementando esa acción con el
resquebrajamiento de nuestras propias fuerzas, todo ello apuntando a romper la
Unidad Nacional y Latinoamericana contra el imperialismo.
2. — La contraofensiva
del imperialismo y sus aliados provoca en nuestro país un retroceso que
interrumpe el gobierno del compañero Cámpora y comienza a disgregar seriamente
las fuerzas que componen objetivamente el Frente de Liberación Nacional. La
clase trabajadora, llamada históricamente a hegemonizar al Movimiento Peronista
y —a través de él— al Frente de Liberación Nacional, es traicionada una vez más
por la cúspide sindical, eterna camarilla burocrática que, aliada a los
sectores más reaccionarios del Movimiento Peronista, ha entregado la hegemonía
del proceso a la burguesía, al mismo tiempo que lanzó una ofensiva sobre los
sectores del Movimiento leales a los objetivos revolucionarios del mismo. Se
pretende con esto dividirlo —y en consecuencia dividir al Frente— impidiendo la
hegemonía de la clase trabajadora, para paralizar y luego retrotraer el proceso
iniciado el 25 de mayo de 1973. Esos son, precisamente, los objetivos que
persigue el imperialismo en nuestro país.
EL PACTO SOCIAL
3. — El Pacto Social
es un exponente de esa política. Como expresión programática de la necesaria
alianza de clases en el seno del frente de Liberación Nacional, ese Pacto
debería reflejar la hegemonía de la clase trabajadora, beneficiar a las clases
que lo componen y perjudicar a las fuerzas imperialistas y oligárquicas. Por su
contenido —que no beneficia a los trabajadores, la pequeña y mediana burguesía
urbana y rural— y por su forma —ya que no fue acordado por los auténticos
representantes de esos sectores— el actual Pacto Social no puede ser aceptado
como herramienta de Unidad. Reconstrucción y Liberación Nacional.
4. — Frente a esto, es
necesaria la adopción de medidas que permitan un estrechamiento en las filas de
los sectores que componen objetivamente el Frente de Liberación Nacional, y la
reformulación del Pacto Social, para que sea realmente la expresión programática
del mismo y respete la hegemonía de los trabajadores.
5.—Encarando esta
situación, el general Perón asume el control directo del Movimiento y del
Gobierno, apoyándose en el poder que le confiere su carácter de Líder de los
trabajadores y Conductor, en los últimos 30 años del proceso de liberación
nacional. Además, por ser el indiscutido líder antiimperialista, constituye el
elemento de Unidad Nacional por excelencia.
6. — Pero para que esa
Unidad sea tal debe ser orgánica. El general Perón necesita del Movimiento
Peronista organizado y es por eso que la institucionalización del Movimiento
aparece enmarcada en la respuesta a la ofensiva imperialista y así debe ser asumida.
De la misma manera, en ese marco y ya en el terreno específico de los
trabajadores, la recuperación de los sindicatos de manos de la camarilla
sindical burocrática es una tarea ineludible, que se debe encarar para poner
esa importante herramienta de lucha en manos de los auténticos representantes
de los trabajadores. Evitando que una nueva traición de la burocracia, ponga en
peligro la Unidad, Reconstrucción y Liberación Nacional.
LA CANDIDATURA DEL
GENERAL PERÓN
7.—Ante la agresión
imperialista de dividir al Frente de Liberación Nacional y al Movimiento
Peronista, se debe responder exactamente a la inversa: unir sólidamente al
Movimiento y estrechar filas en el Frente de Liberación Nacional. La
candidatura del general Perón responde exactamente a esta situación; no así el
caso de Isabel, ya que —al no expresar auténticamente los últimos 18 años de
lucha— no actúa como elemento aglutinante y de unidad del Movimiento. A esto se
suma que su candidatura fue promocionada exclusivamente por los sectores más
reaccionarios del Movimiento (Norma Kennedy, Rucci, Comando de Organización,
etcétera). En lo que hace al Frente, la candidatura de Isabel ha provocado
serias divergencias en su seno, al liquidar la posibilidad de expresarlo
superestructuralmente en una fórmula compartida. Entre otras cosas, el
radicalismo ha pasado a actuar en una oposición sistemática y todo hace prever
que, al resurgir el gorilismo tienda a fortalecerse aún más.
B) DISCUSIÓN Y
APROBACIÓN DE LA DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
(Se procedió a
discutir lo que constituye de aquí en más la base del accionar de JTP: la
Declaración de Principios). Entre sus elementos más importantes se destacan:
1. — Los trabajadores
somos el reaseguro histórico del proceso revolucionario. Somos la columna
vertebral del Movimiento Peronista, la clase social alrededor de la cual se
aglutinan otros sectores populares y la que principalmente ha protagonizado
todos estos años de lucha. Somos los que llevamos a cabo las grandes huelgas
generales de la década del 60 y la ocupación masiva de fábricas en 1964. Somos
los que libramos la lucha en la CGT de los Argentinos y las movilizaciones de
Córdoba, Rosario, Mendoza, etcétera, y —en los últimos años— los que hemos dado
la sangre de nuestros mejores hombres, oponiendo a la fuerza brutal de la
antipatria la fuerza popular organizada.
2. — Estos años de
lucha han hecho que los trabajadores marquemos a fuego a nuestros principales
enemigos: los monopolios del imperialismo yanki la oligarquía agropecuaria, la
burguesía industrial, comercial, financiera y gerencial al servicio del imperialismo,
y aquellos dirigentes sindicales que encaramados en sus cargos por el fraude,
la violencia y la corrupción sistemática han traicionado el mandato de su clase
pasando a ser avanzada del enemigo en el seno del Movimiento Popular.
EL MOVIMIENTO
PERONISTA
3.— La JTP define al
Movimiento Peronista como un Movimiento de Liberación Nacional y Social que se
va perfeccionando en la lucha y alrededor del cual gira el proceso
revolucionario argentino. El motor de ese movimiento popular somos los
trabajadores, que en todo este largo proceso, con la conducción del general
Perón, vamos construyendo la organización que nos permitirá hegemonizar al
Movimiento hacia la toma del poder.
4. — Las 62
Organizaciones son el nucleamiento político del peronismo sindical, son la
expresión organizativa de la rama sindical del Movimiento Peronista y, en
cuanto tal, la JTP es parte Integrante del mismo.
5. — La JTP, como
corriente político-gremial reivindica nuestros tres principios doctrinarios
básicos: independencia económica, soberanía política y justicia social.
Trabajamos para la actualización doctrinaria y el trasvasamiento sindical hacia
el socialismo nacional.
6.—Vamos a construir y
consolidar al poder popular a través de una guerra integral, esto es, la guerra
por todos los medios en todo momento y en todo lugar. A un enemigo que nos
ataca ideológica, económica, política y militarmente, debemos oponerle una
fuerza propia integral. En este marco, los sindicatos tienen un papel que
cumplir, ya que con sus luchas contribuyen a socavar el poder del enemigo.
7. — El conjunto de
agrupaciones que constituimos la JTP forma parte de los organismos sindicales
del movimiento obrero organizado. Por eso la JTP considera que la CGT,
institución madre de los sindicatos argentinos, es el organismo sindical que
nos aglutina, lo cual la define como una organización de masas.
LOS SINDICATOS
8. — La JTP define a
los sindicatos como una estructura de organización de masas que agrupa a
cientos de miles de compañeros y que, estando en manos de los verdaderos
trabajadores, es una herramienta eficaz, aunque insuficiente, para alcanzar
nuestros objetivos gremiales y políticos. Es por eso que las agrupaciones
llevarán adelante una lucha firme para lograr la democracia sindical y la
agremiación obligatoria, para que nuestros representantes sean la expresión
auténtica de nuestros intereses.
9. — La agrupación
sindical es el vehículo natural para que podamos implementar los objetivos
políticos, organizativos y gremiales que nos proponemos. Las agrupaciones de
base deben ser las conducciones político-gremiales de cada sindicato y deben
permitir entroncar las luchas reivindicativas con los objetivos políticos en
esta etapa de la Reconstrucción y la Liberación Nacional.
10. — La JTP debe
impulsar la constitución de listas electorales para rescatar los sindicatos de
manos de los burócratas, exigiendo el ejercicio de la democracia Sindical. Pero
esto no nos debe hacer perder de vista que las listas son formas organizativas
que responden solamente a una coyuntura electoral, mientras que las
agrupaciones son permanentes ya que responden organizativamente al proyecto
estratégico.
C) PAPEL DE LAS
AGRUPACIONES SINDICALES DE BASE EN LA ETAPA
(Este aspecto, que en
líneas generales está desarrollado en la Declaración de Principios, fue
profundizado en la discusión, ya que es el eje organizativo, fruto de una
concepción política integral que le da perspectiva a la JTP). Las principales
conclusiones pueden sintetizarse en:
1.—La agrupación como
basa da sustentación: al constituir la agrupación de base una estructura
organizativa que sólo depende de la voluntad de los trabajadores, escapa a los
límites que puede fijarle el régimen a fin de coartarla. Un régimen antipopular
podrá disolver un sindicato por un decreto, pero no puede hacer lo mismo con
una agrupación. Además, por el hecho de ser una organización que nuclea a la
base de los trabajadores, es asiento del poder real en el seno de los
sindicatos. La construcción de la agrupación de base es un objetivo primordial,
estén o no representados en forma auténtica los trabajadores en la dirección
sindical. Si lo están, actuará como base de sustentación de esa dirección y
como reaseguro político permanente, impidiendo la desviación. Si no lo están,
es la herramienta fundamental para la recuperación de los sindicatos.
2. — La agrupación
como dirección política del sindicato: al constituir el sindicato una
organización de masas que debe agrupar a todos los trabajadores sin excepción,
no puede adoptar una identidad política. La agrupación, moviéndose en su seno
pero a otro nivel, debe adoptar una identidad política y actuar como dirección
política, impulsando para el frente de masas una línea de acción que no excluya
a ningún trabajador.
3. — La agrupación
como parte de la organización popular Integral: al asumir una identidad
política, la agrupación trasciende el marco puramente sindical. Como tal, no
tiene por fin último la recuperación del sindicato, sino el recuperarlo para
ponerlo al servicio de una estrategia que le permita a la clase trabajadora
hegemonizar la conducción del proceso revolucionario. Esta estrategia, para la
JTP, es la guerra integral, de manera que al tiempo que despliega la lucha para
la recuperación de los sindicatos por los trabajadores, adopta las formas
organizativas y los métodos de lucha que se desprenden de esa concepción
estratégica, contribuyendo a la construcción de la Organización Revolucionaria
Integral.
OBJETIVOS
PROGRAMÁTICOS
En esta etapa la JTP
levanta el siguiente programa mínimo, en el camino de la dignificación del
trabajo, reconstrucción y liberación nacional.
En lo político-económico:
1) El conjunto de
medidas que, en el más breve plazo, permita ocupar el millón y medio de
desocupados que hoy existe en nuestra Patria.
2) Que se impida todo
cierre de fuentes de trabajo y se garantice la estabilidad del trabajador.
3) Explicitación y
puesta en marcha inmediata de un plan que resuelva el grave problema de
vivienda, salud y educación que soportamos.
4) Aumento real de
salarios que nos permita contar con un salario digno y mayor participación de
los trabajadores en el ingreso nacional.
5) Nacionalización de
los resortes básicos de la economía, de las empresas consideradas de interés
nacional, de los sistemas financieros, banco y comercio exterior y control de
todas las empresas monopólicas.
En lo gremial:
1) Ninguna
modificación a la Ley de Asociaciones Profesionales que no signifique un avance
en la legislación laboral existente. Plena vigencia de la ley 14.250 de
convenciones colectivas de trabajo.
2) Lograr la unidad
del movimiento obrero y una real y efectiva democracia sindical y
representación de base en nuestros sindicatos.
3) Desafiliación a
todos los organismos internacionales que respondan al imperialismo (AFLCIO,
FITIM, CLATT).
4) Constitución de un
organismo coordinador obrero internacional.
5) Reincorporación de
todos los despedidos por causas gremiales y políticas.
6)
Institucionalización de asambleas por sindicato, en forma periódica, donde las
conducciones informen de las tareas realizadas y se discutan los planes de
interés inmediato a llevar a cabo.
7) Agremiación masiva
y obligatoria y amnistía a los expulsados de los sindicatos.
Garantizar la aplicación del fuero sindical y
estabilidad de los delegados.
9) Efectivización y mejoramiento
de la legislación laboral vigente.
10) Reconquista y
profundización de las mejoras logradas durante el gobierno justicialista.
11) Eliminación de la
situación de explotación de los trabajadores rurales.
Fuente: Revista El Descamisado Nº 16, 4 de setiembre de 1973) pág. 30 y 31
Enlace: https://eltopoblindado.com/opm-peronistas/montoneros/montoneros-prensa/el-descamisado-n-16/
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